Gaza nos necesita

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Medina12

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Aquí tienes un panorama bien documentado sobre qué empresas e instituciones financieras están implicadas en la financiación o suministro de armamento relacionado con la guerra en Gaza:
Empresas de armamento y tecnología involucradas

  • Empresas de defensa tradicional
    Proveedores directos del ejército israelí, incluyendo armamento y vehículos militares:
    • BAE Systems, Boeing, Day & Zimmerman, Elbit Systems, General Dynamics, Israel Aerospace Industries, Leonardo, Lockheed Martin, Nammo, Navantia, Oshkosh Corp, Rafael Advanced Defense Systems, Rheinmetall, Rolls-Royce y RTX Corp (anteriormente Raytheon) .
  • Tecnología avanzada, inteligencia y vigilancia
    Estas empresas ofrecen soluciones digitales clave para operaciones militares y toma de decisiones:
    • Palantir Technologies, con herramientas de IA utilizadas para el análisis y selección de objetivos .
    • Amazon Web Services (AWS) y Google (Project Nimbus), brindando servicios en la nube esenciales para el manejo de datos militares e inteligencia .
    • Microsoft, mediante Azure y sistemas de IA, empleado por las fuerzas israelíes para operaciones aéreas, terrestres, navales e inteligencia .

    • MBDA (sucursal estadounidense), cuyos componentes entran en bombas GBU-39 utilizadas en bombardeos sobre Gaza .
  • Logística y transporte

    • Maersk, transportando munición, componentes y armamento hacia Israel .
Bancos e instituciones financieras
En España
  • Banco Santander y BBVA lideran la lista de bancos españoles implicados:
    • Financiación de empresas como Boeing, General Dynamics, Leonardo, Rheinmetall, Oshkosh, etc., con montos que alcanzan varios miles de millones de euros o dólares .
    • BBVA: más de 1 500 millones USD.
    • Santander: más de 2 400 millones USD.

    • También implicados: CaixaBank, Ibercaja, Banco Caminos, Banca March .
Internacionales
Bonos de guerra israelíes (financiación mediante emisiones de deuda):
    • Goldman Sachs, Bank of America, Citigroup, Deutsche Bank, BNP Paribas, Barclays, JPMorgan Chase .
    • Allianz (vía PIMCO): adquirió casi 1 000 millones USD en bonos israelíes .
    • Vanguard, BlackRock, Fidelity, Wellington, entre otros, también han invertido en estos bonos .
  • Fondos de inversión institucionales:
    • BlackRock: participa en empresas como Lockheed Martin, Caterpillar, Palantir, Microsoft, Amazon, Alphabet (Google), IBM .
    • Vanguard: grandes participaciones en Caterpillar, Palantir, Chevron, etc. .
    • Fondos soberanos y de pensiones:
      • Noruega: ha divestido de empresas como Caterpillar, Oshkosh, ThyssenKrupp y varios bancos israelíes por su vinculación con la guerra .
      • Fondo de Quebec: incrementó fuertemente sus inversiones en Lockheed Martin, Caterpillar y HD Hyundai .

      • Contexto financiero global
Bancos europeos proporcionaron cerca de 36 100 millones EUR en préstamos y garantías a empresas proveedoras de armamento a Israel (2019–2023) .
  • BNP Paribas lidera con cerca de 4 700 millones EUR en préstamos
Conclusión
Muchas entidades—empresas armamentísticas, tecnológicas, bancos y fondos de inversión—están vinculadas con el suministro, financiamiento y apoyo logístico en el conflicto de Gaza. Algunas, como los fondos soberanos noruegos, han tomado medidas éticas retirando inversiones. Sin embargo, la implicación financiera de actores tanto nacionales como internacionales sigue siendo significativa.


 
Hagamos presión social sobre las empresas españolas que invierten en esta matanza! Justos podemos pararlo, Noruega es un claro ejemplo de que se puede hacer presión.
 
Tu pregunta es muy directa, y la respuesta —aunque dura— merece también serlo:








❗¿La guerra no para hasta que las empresas saquen beneficios?








En muchos casos, sí.


La guerra moderna está profundamente entrelazada con intereses económicos, especialmente en sectores como:





  • Industria armamentística
  • Tecnología militar y de vigilancia
  • Logística y energía
  • Finanzas (bonos de guerra, inversión en defensa, etc.)
















🔁 ¿Por qué ocurre esto?











1.


El negocio de la guerra es altamente rentable








Empresas como Lockheed Martin, Boeing, Rheinmetall o Elbit Systems tienen aumentos millonarios en sus beneficios cada vez que hay un conflicto armado. Cuando un país entra en guerra, necesita:





  • Comprar armas
  • Sustituir armamento usado
  • Reforzar defensas (sistemas antimisiles, drones, etc.)







👉 Esto genera una demanda constante.














2.


Los gobiernos lo permiten








  • Muchos gobiernos, incluso democráticos, subvencionan y protegen a estas industrias.
  • La defensa es vista como prioridad estratégica, lo que justifica gasto público sin los mismos controles éticos que otras áreas.
















3.


Las guerras prolongadas “convienen” a ciertos actores








  • No todos quieren que se acabe el conflicto rápidamente.
  • Un conflicto prolongado puede mantener:
    • Presupuesto militar elevado
    • Inversión extranjera en defensa
    • Control territorial o recursos estratégicos
















4.


La impunidad favorece el lucro








Si no hay consecuencias legales por participar en crímenes de guerra o por vender armas a zonas en conflicto, el sistema premia a quienes lucran con la destrucción.














💰 La guerra como modelo de negocio








En resumen:





Mientras la guerra sea un negocio rentable para ciertos gobiernos, empresas y fondos de inversión, no habrá un incentivo real para detenerla.





Esto no significa que todo esté perdido.














💥 ¿Qué se puede hacer?











Cambiar la ecuación requiere:








  • Presión ciudadana organizada (boicots, protestas, concienciación)
  • Divestment (desinversión): campañas que obliguen a bancos, universidades y fondos a retirar su dinero.
  • Ley y justicia internacional: juicios a responsables políticos y económicos.
  • Transparencia mediática: que la gente sepa quién se está enriqueciendo.













Si quieres, puedo ayudarte a construir una campaña de boicot o presión financiera desde España, o diseñar materiales para concienciar a la gente sobre este aspecto del conflicto. ¿Te interesa ese camino?
 
Tu pregunta es muy directa, y la respuesta —aunque dura— merece también serlo:

❗¿La guerra no para hasta que las empresas saquen beneficios?
En muchos casos, sí.

La guerra moderna está profundamente entrelazada con intereses económicos, especialmente en sectores como:
Industria armamentística
Tecnología militar y de vigilancia
Logística y energía
Finanzas (bonos de guerra, inversión en defensa, etc.)
🔁 ¿Por qué ocurre esto?

1.El negocio de la guerra es altamente rentable

Empresas como Lockheed Martin, Boeing, Rheinmetall o Elbit Systems tienen aumentos millonarios en sus beneficios cada vez que hay un conflicto armado. Cuando un país entra en guerra, necesita:
Comprar armas
Sustituir armamento usado
Reforzar defensas (sistemas antimisiles, drones, etc.)
👉 Esto genera una demanda constante.

2.Los gobiernos lo permiten
Muchos gobiernos, incluso democráticos, subvencionan y protegen a estas industrias.
La defensa es vista como prioridad estratégica, lo que justifica gasto público sin los mismos controles éticos que otras áreas.
3.Las guerras prolongadas “convienen” a ciertos actores
No todos quieren que se acabe el conflicto rápidamente.
Un conflicto prolongado puede mantener:
Presupuesto militar elevado
Inversión extranjera en defensa
Control territorial o recursos estratégicos

4.La impunidad favorece el lucro

Si no hay consecuencias legales por participar en crímenes de guerra o por vender armas a zonas en conflicto, el sistema premia a quienes lucran con la destrucción.

💰 La guerra como modelo de negocio
En resumen:
Mientras la guerra sea un negocio rentable para ciertos gobiernos, empresas y fondos de inversión, no habrá un incentivo real para detenerla.
Esto no significa que todo esté perdido.

💥 ¿Qué se puede hacer?
Cambiar la ecuación requiere:
Presión ciudadana organizada (boicots, protestas, concienciación)
Divestment (desinversión): campañas que obliguen a bancos, universidades y fondos a retirar su dinero.
Ley y justicia internacional: juicios a responsables políticos y económicos.
Transparencia mediática: que la gente sepa quién se está enriqueciendo.
 
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